El vidrio electrocrómico consiste en perder su transparencia al aplicársele cierta corriente eléctrica. Esta puede ser una solución adecuada para evitar la entrada directa del sol en verano.
Este material puede convertirse casi totalmente en opaco. Todo ello gracias a materiales con estructuras metal-orgánicas.
Antes el vidrio electrocrómico solo estaba disponible en color azul, y los tiempos de respuesta eran lentos. Con el nuevo hallazgo de los científicos de Fraunhofer, es posible fabricarlo para que adquiera otros colores. Y además hacer que oscurezca de manera casi instantánea, como hicieron sus colegas del MIT.
¿Cómo se ha conseguido este nuevo vidrio?
El método tradicional
Normalmente estos vidrios se consiguen revistiéndolos con una delgada capa de óxido de indio y estaño translúcido. Dicho recubrimiento hace que el vidrio sea conductor de electricidad. Se añaden tres capas más de materiales entre dichos paneles de vidrio, que será donde se produzca la reacción química deseada, la encargada de cambiar la transparencia del vidrio. Una de las tres capas centrales es un material electrocrómico, otra capa es un contraelectrodo (almacena iones). La capa que está en medio de todo este sandwich será un material conductor iónico, generalmente una disolución electrolítica.
El método Fraunhofer
Monómeros orgánicos mezclados en una resina oscurecen el cristal de la ventana.Los investigadores de Fraunhofer IAP emplearon una técnica diferente para hacer oscurecer el vidrio. Se usaron monómeros orgánicos, mezclados con una resina especialmente desarrollada para la ocasión. Pero la capas exteriores son convencionales, es decir, vidrio recubierto con óxido de estaño. El espacio entre dichos paneles está rellenado con la resina y la mezcla eletrocrómica. Si a la resina se le aplica calor (o rayos UV), y a continuación una corriente eléctrica, los monómeros forman un polímero electrocrómico.